La crisis medioambiental, por Álvaro Solórzano Rojas
¿Cómo empezó el problema de la crisis medioambiental?
Con la revolución industrial comenzó todo |
Antes de la primera revolución industrial el ser humano vivía en cierta armonía con el planeta Tierra. Cierto es que, a pesar de no contar con grandes medio de destrucción, causó algunos daños al ecosistema natural (tales como ser uno de los principales activos en la extinción del mamut). Pero todos estos daños no se pueden comparar a los causados por la "humanidad post-revolución industrial". Este evento que trajo grandes beneficios, tanto económicos como tecnológicos, no ha hecho más que traer la desgracia al ecosistema terrestre.
Tanto la revolución industrial como el posterior desarrollo de las tecnologías, sin conocimiento ni preocupación de sus consecuencias, fueron las primeras causas de una crisis medioambiental que no ha ido más que en aumento desde la segunda mitad del siglo XVIII.
¿Qué es la crisis medioambiental en si? ¿Qué problemas genera?
Podriamos definir la crisis mediambiental mundial como el desajuste, causado por el ser humano en beneficio propio, del sistema ecológico en tanto que este se degrada con una altísima rapidez. Esto quiere decir que el hombre aprovecha los recursos naturales con la máxima de obtener tanto beneficio económico sea posible, sin tener en cuenta las consecuencias que no respetar el ecosistema podría tener.
Sin embargo, desde la década de los 50, varios científicos empezaron a darse cuenta de que el medio ambiente empezaba a sufrir efectos negativos producidos por el hombre al aprovecharse de sus recursos en una carrera económica sin límites. Y ya en los 60, la gente de a pie empezó a tomar conciencia sobre los problemas generados por esta crisis:
El hombre agota los recursos naturales a una velocidad alarmante |
- El abuso y fin de los recursos no renovables:
La extracción y consumo ilimitado de recursos naturales nos afecta ya no por el simple hecho de que habría que buscar reemplazantes en un período de tiempo muy corto en caso de que estos se acabaran, sino porque el agotamiento mismo de, por ejemplo, el petróleo, traería graves consecuencias económicas a nivel mundial. A día de hoy uno de los motores principales de la economía, directa e indirectamente, es el petróleo, lo cual significaría un caos económico y social de proporciones inimagiables.
- La extinción de especies: Nos enfrentamos a la mayor pérdida de biodiversidad terrestre desde la última extinción masiva, la llamada "extinción del Cretácico-Terciario". Actualmente, más de 150 especies animales se extinguen al día, un dato alarmante que la misma ONU advierte. Además están amenazadas el 12% de las especies de aves, el 23% de mamíferos, el 52% de insectos, el 32% de anfibios, el 51% de reptiles, el 25% de coníferas y el 20% de tiburones y rayas. Nosotros dependemos, aunque muchas veces indirectamente, de todas las especies del planeta. Si solo una se extingue la cadena trófica se rompe, y el eslabón más alto de esa cadena somos nosotros.
Venus, planeta cubierto por nubes de CO2 que producen un efecto invernadero infernal, ¿es este el futuro de la Tierra? |
Además otros problemas son: la destrucción de ecosistemas, la acumulación de residuos, las enfermedades generadas por la contaminación...
¿Es posible revertir el daño hecho? ¿Hay soluciones a esta crisis medioambiental?
A día de hoy, en la mayoría de casos (como la extinción de especies y el agotamiento de recursos) no es posible revertir la situación. Sin embargo, en otros, como el cambio climático, si es posible, aunque a largo plazo, debido a que los gases de efecto invernadero y otros no desaparecen de un día para otro, el planeta se toma su tiempo para hacerlos desaparecer y volver al estado inicial que tenía en cuanto a distribución de gases.
La crisis medioambiental es muy seria, podría significar el fin de la especie humana, y aunque pocas son las esperanzas de conseguir una armonía entre producción económica (ya que esta es la causa principal de la crisis ecológica) y conservación de la naturaleza, aún hay una solución que a pesar de ser difícil, es posible: El desarrollo sostenible, este consiste en crear un nuevo modelo económico que tenga como principal fin evitar la continuación de la crisis ecológica. Y aquí, nuestro deber como ciudadanos va más allá de reciclar de vez en cuando, tenemos que forzar a las instituciones políticas a que este cambio se produzca, ya que de otra manera no lo harán (no todos los países, e incluso algunos de los que se han comprometido a cumplirlo, cumplen con las cumbres medioambientales ni respetan los acuerdos internacionales). Es por ello que el pueblo debe ser el principal promotor del cambio.
La Tierra, un planeta tan bello como frágil |
Comentarios
A pesar de que el cambio esta en nuestras manos,la poca conciencia y el desplazo de responsabilidades de unos a otros hace que aflore la ecofatiga lo que ocasiona en los ciudadanos un desenganche y poca consciencia ambiental por lo que se deben cuidar más las campañas informativas llevando consigo una estrategia de acción
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